Un video promocional sobre el potencial tecnológico de la siguiente década fue publicado por Microsoft en 2009. Diez años después, es inevitable hacer comparaciones.
Nadie puede predecir el futuro, y mucho menos en tecnología. Los ensayos conceptuales sobre una utopía basada en cómo la implementación de dispositivos nos ayuda a llevar nuestro día a día han aparecido desde hace siglos, pero con una Internet que no olvida, las apuestas sobre una visión a largo plazo son más altas.
En ese caso, Microsoft presentó hace diez años su “visión de futuro” para el 2019 en temas de productividad. Un corto que ha maximizado la fantasía en información dinámica sobre pantallas traslúcidas, data constante en equipos inertes y todo el arsenal apuntando a la “interacción”.
Este video, si bien cayó lejos de lo que hoy vivimos, tiene algunos aciertos interesantes. Ojo, hay que poner en contexto el año 2009 y la realidad que vivíamos ahí. Para empezar, el concepto de “smartphone” no había madurado tanto. Aún teníamos la segunda versión de iPhone, y Android comenzaba a aparecer en la estadística. El mundo era de Nokia y Blackberry.
No había Tablets en 2009, o no como las conocemos ahora. Sin embargo, era un concepto que siempre estuvo presente en la industria, por lo que no podemos descartar algunas aproximaciones.
Pantallas interactivas. Lo primero que aparece en el video es una pantalla interactiva enorme, en donde niños de diferentes países jugaban con realidad aumentada, y generaban movimiento en imágenes dibujadas, mientras traducían conversaciones en tiempo real. Lejos del producto y cómo los niños juegan con “cero latencias” en un panel de altísima definición, las herramientas que se usan sobre esa comunicación podemos usarlas hoy: podemos usar herramientas como ARCore de Google para instalar “just a line” una aplicación para dibujar en tiempo real y grabar video. Los traductores de Microsoft y Google integran un “modo conversación” efectivo en diversas situaciones, aunque no de manera tan veloz.
Contenido en el avión. Hoy es común ver viajeros consumiendo contenido en pantallas dentro de los aviones, ya sea en equipos propios o los disponibles en vuelos largos. Sn embargo, esa interfaz no la ha logrado nadie hasta ahora. Peor aún, la conectividad a bordo es realmente limitada y carísima. El “boarding pass” interactivo lo tenemos ahora en el teléfono, por lo que no necesitamos un gadget extra.
Oficina “inteligente”. A pesar de que el concepto suele ser muy dinámico, esta visión de hace diez años era muy romántica en planteamiento. Un escritorio que funciona como superficie táctil y que permite acceder a planos interactivos y calendarios, además de proyectar la información personal y empresarial en todas las ventanas del cubículo. Hoy, los espacios laborales son más abiertos y hay menos divisiones. Sin embargo, variantes como los joysticks de Microsoft Surface permiten acercarnos a esa utopía.
Teléfonos sin bordes y modulares. Esto es lo más futurista del video. Un ejecutivo caminando en un aeropuerto usa un teléfono que no solo tiene pantalla infinita, sino que cuenta con otra pantalla manejada a distancia, y se convierte en modular para guardarlo en el bolsillo. De estos tres conceptos, aun no vemos uno que se acerque. Las pantallas plegables aun no llegan, los conceptos modulares en teléfonos no representan una cuota alta de participación, no contamos con un dispositivo que pueda despegar un panel para usarse como extensión. Incluso los teléfonos sin bordes siguen siendo el unicornio de la industria. Sin embargo, la dirección de punto a punto con el GPS en interiores es una realidad hace muchos años.
Mesas interactivas intercambiando datos. Una reunión se lleva a cabo entre dos personas, y ambos colocan sus dispositivos sobre la mesa. En ese momento, ambos equipos comparten datos de ubicación, fotografía y documentos. Hoy, las mesas interactivas son casi un truco de niños en eventos, pero no son una realidad en el mundo empresarial.
La taza. Queremos esa taza, y queremos que alguien inicie esto en un proyecto de Kickstarter. Ahora.
El diario renovable. Esta idea ha venido rondando la mente de muchos desde hace décadas, Un diario que renueva su contenido al conectarse a internet y llena sus páginas con noticias frescas. Recuerda, esto llega antes de la Tablet. El truco de trasladar data de un smartphone hacia otro dispositivo es posible ahora, si sincronizamos el historial de nuestro navegador en todos los equipos que tengamos.
Estadísticas de objetos en tiempo real. Al final, una pareja explora la naturaleza y puede extraer datos de lo que percibe a través del lente. Hoy, a través de Google Lens podemos extraer datos usando la cámara de nuestro smartphone, y podemos vincular esa información con tiendas virtuales. Esto aun es incipiente, pero la implementación prosigue.
Habrá que esperar un nuevo video en 2019, que vaticine el futuro para el 2029 y dispare a la luna con sueños y visiones de un mañana posible. Aun “Black Mirror” es la visión más cercana.
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