Cuando recién había terminado de filmar la primera temporada de "Game of Thrones", con 24 años, Emilia Clarke sufrió el primero de dos aneurismas. El segundo se lo operaron en el 2013. La actriz contó su historia en "The New Yorker".
¿Se imaginan un mundo sin la madre de los dragones? Emilia Clarke, protagonista de "Game of Thrones", reveló que sufrió dos aneurismas; el primero en 2011 justo al terminar de filmar la primera temporada de la serie de HBO.
"En las semanas que siguieron al final de la filmación de la primera temporada de 'Game of Thrones', a pesar de toda la emoción por la campaña de promoción y el estreno de la serie, difícilmente sentía un espíritu de conquista [como el de su personaje Daenerys Targaryen]", dijo la actriz en un artículo escrito por ella y publicado en "The New Yorker".
Emilia Clarke confesó que en ese momento no tenía mucha experiencia y que eso la hacía sentir presionada y expuesta. "Me sentí aterrorizada. De la atención, de un negocio que apenas entendía, de tratar de hacerlo bien por la fe que los creadores de 'Game of Thrones' pusieron en mí".
Acto seguido, Emilia Clarke describe el terrible momento que vivió cuando sufrió el aneurisma.
SUPO QUE SU "CEREBRO ESTABA DAÑADO"
De acuerdo con Emilia Clarke, sucedió el 11 de febrero de 2011, durante su entrenamiento de rutina. "Para aliviar el estrés, entrenaba con un entrenador. Ahora era una actriz de televisión y eso es lo que los actores hacen, entrenan. Me estaba vistiendo cuando empecé a sentir un fuerte dolor de cabeza", cuenta.
La 'madre de los dragones' de "Game of Thrones" decidió entrenar de todas maneras. En un momento sintió "como si una banda elástica estuviera estrujándole el cerebro" y pidió un descanso, tras lo que consiguió llegar al vestuario.
"Alcancé el lavabo, me caí de rodillas y procedí a vomitar de manera violenta y voluminosa mientras el dolor se volvía peor", relata la intérprete de Daenerys Targaryen, quien supo entonces que su "cerebro estaba dañado".
Fue trasladada a un centro médico y después de un escáner cerebral descubrió que había sufrido una aneurisma, una ruptura arterial en el cerebro que causa la muerte de un tercio de la gente que padece uno de ellos.
El fenómeno de "Game of Thrones" estaba en plena ebullición y cuando Emilia Clarke supo que tenía que someterse a una cirugía cerebral sintió que "no tenía tiempo" para ello. Durante la recuperación, no podría recordar su nombre completo -Emilia Isobel Euphemia Rose Clarke- al caer víctima de la afasia.
"PENSÉ QUE IBA A MORIR"
En el hospital, a Emilia Clarke le detectaron un segundo aneurisma de menor tamaño en el otro lado del cerebro que podía reventar en cualquier momento, pero no fue operada.
Ella dijo sentirse insegura durante la continuación del rodaje de "Game of Thrones" y necesitó tomar morfina entre las entrevistas con medios para paliar el fuerte dolor: "Cada minuto de cada día pensaba que me iba a morir", recordó.
En 2013, tras otro escáner cerebral, los médicos detectaron que el segundo aneurisma de Emilia Clarke había duplicado el tamaño y mientras representaba "Desayuno con Diamantes" en Broadway le realizaron una operación para eliminarla.
La intervención atravesó problemas ya que, de acuerdo a los profesionales, el "procedimiento había fallado y tenía una terrible hemorragia", por lo que sus "oportunidades de vivir eran precarias" si no se sometía a otra cirugía, que requirió abrir el cráneo y de la que tardó un mes en recuperarse.
"Hay algo gratificante, más allá de afortunado, en llegar al fin de 'Game of Thrones'. Estoy feliz de estar aquí para ver el final de esta historia y el inicio de lo que sea que venga después", se despide la actriz Emilia Clarke, que había llevado sus problemas de salud en secreto hasta ahora. (Con información de EFE)
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