La productora Mariana Ramírez del Villar se pronunció sobre las críticas que recibió el reality juvenil tras su retorno a la pantalla chica en medio de la pandemia de la COVID-19.
El lunes 25 de mayo, “Esto es Guerra” volvió a la televisión luego de más de un aplazamiento. Su retorno generó mucha expectativa entre sus seguidores, pero también fue blanco de críticas por emitirse durante el aislamiento social obligatorio producido por el nuevo coronavirus.
Sin embargo, el ráting favoreció al reality juvenil en el primer día con 18.1 puntos en Lima y otras 6 ciudades. De allí que Mariana Ramírez del Villar, productora del programa, haya señalado al diario La República: “Estamos contentos, porque hemos hecho un programa empático y acorde a la realidad”.
De acuerdo con ella, “Esto es Guerra” no le da la espalda a la pandemia y su presencia en la televisión busca aliviar asperezas en los televidentes. “Hay muchas sorpresas aún, tenemos un programa distinto para bajar un poco la tensión en el hogar, queremos ayudar a relajar la realidad de la familiar peruana”, indicó.
Por ello, según la productora, además de haber dividido los equipos “para bajar la densidad de personas que asisten al set”, en cumplimiento con las medidas sanitarias, el espacio televisivo también se ha enfocado en “ayudar a diferentes zonas vulnerables”. “Siempre estuvo contemplado por nosotros, pero ahora lo haremos con mayor frecuencia”, manifestó.
Y frente a las críticas, hizo hincapié en que la pandemia generó en la producción una reflexión “a nivel de contenido”. “Queremos salir más empáticos, queremos tener un mensaje y educar”, puntualizó.
UN RETORNO ACCIDENTADO
El regreso de “Esto es Guerra” no estuvo libre de polémicas. La primera de ellas, fue el anuncio de que uno de sus participantes, Mario Irivarren, estaba infectado con la COVID-19. Al respecto, Mariana Ramírez del Villar expresó al mencionado diario: “Para nosotros era una responsabilidad enorme renunciar a que Mario no esté en el set, era prioritario. Qué explicación le íbamos a dar al público, sino decir más que la verdad”.
En cuanto a Karen Dejo e Ivana Yturbe, dos concursantes que habían incumplido el aislamiento social obligatorio, la productora del reality aclaró que la suspensión de ambas corresponde con “dejar como ejemplo que las malas decisiones traen consecuencias”. “Nosotros no vamos a perder nuestro ADN, somos un reality, no vamos a dejar de competir y exponer lo que pasa allí”, señaló.
Pero, probablemente, el episodio que recibió más señalamientos fue el beso de Pancho Rodríguez al suelo del set. Sobre este hecho, Ramírez del Villar excusó al competidor: “Creo que la emoción le ganó a Pancho, estaba con su mascarilla, no podemos criticarlo directamente. Es un ser humano que comete errores como cualquiera. Pero todo Pachacamac [estudio de televisión] está desinfectado y tomando todas las medidas”.
Por otro lado, aseguró que no habrá público en el set “hasta que termine el año” y cabe la posibilidad de que, más adelante, haya “algunas bajas por contagio, que será inevitable, no necesariamente por el set, sino porque no sabemos cómo se comporta la gente cuando abandona Pachacamac”.
De haber más infectados, estos serán enviados a cuarentena y, en su reemplazo, habrá “como una banca de suplentes”, aseguró la productora. “Siempre con el ánimo de ayudar a todos y tener una rotación importante”, agregó.
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