La pandemia del coronavirus ha potencializado el rol de la tecnología en nuestras vidas y ha demostrado que la educación en línea es posible en todos los niveles académicos. Según el informe ‘La educación superior a distancia en América Latina y el Caribe’, el e-learning, ha reportado una tasa de crecimiento anual del 30%. En este contexto, cada vez más instituciones educativas y profesionales de diferentes rubros apuestan por esta metodología como una vía para mantenerse competitivos en la industria.
Debido a la acelerada transformación digital, el e-learning ha tomado gran protagonismo, tanto en la educación de nuevos profesionales, como en la de aquellos que se siguen actualizando y que han tenido que adquirir nuevos conocimientos. De hecho, en su informe 'E-learning Trends 2019', la plataforma Docebo indicó que la educación online crecería 10% en tres años. Sin embargo, en la actualidad la proyección es mayor y se estima que la industria venderá más de mil millones de dólares en el mundo.
Entre los principales beneficios del e-learning, resalta la motivación de los estudiantes a explorar y aprender utilizando una variedad de herramientas, simulaciones que permiten comprender mejor los conceptos enseñados. También, permite integrar contenido y tecnología en el aula virtual; de esta forma, los estudiantes y profesionales pueden probar una hipótesis y validar conclusiones, poner a prueba su comprensión utilizando sitios web interactivos, aplicar lo aprendido en otros contextos y mejorar su entorno a través de nuevas metodologías.
Así pues, nos encontramos frente a un entorno que obliga a las personas a ampliar sus certificaciones y habilidades. No obstante, estas exigencias darán paso a una nueva generación de profesionales con una mayor integración de habilidades digitales, manejo de equipos de alto rendimiento, mejor capacidad de adaptabilidad e incorporación de automatización en diferentes procesos.
En línea con ello, hoy casi todas las industrias y economías ya se encuentran invirtiendo en infraestructura virtual necesaria para entregar a los nuevos profesionales un entorno de trabajo óptimo. De esta manera, desde el sector educativo, factores como la cercanía, precio o prestigio, podrían ser desplazados por aspectos funcionales como una oferta académica moderna e innovadora, flexible (100% virtual) y con altos índices de empleabilidad.
En definitiva, el e-learning es una oportunidad para que los profesionales puedan ser más competitivos al recibir una enseñanza que converja con la forma y con los recursos tecnológicos que estos profesionales encontrarán en el mercado laboral. Debido al contexto actual, el proceso de adopción de esta metodología se ha reducido y es una oportunidad importante para que las instituciones educativas desarrollen estructuras curriculares innovadoras, y tengan la posibilidad de formar profesionales con un mejor desempeño en entornos cada vez más digitales.
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