Un informe del Gobierno Regional de Áncash concluyó que las aguas de los ríos Santa y Tablachaca presentan elevados niveles de hierro, arsénico y manganeso. El congresista Elías Varas ha pedido la declaratoria de emergencia ambiental.
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Las aguas de los ríos Santa y Tablachaca presentan elevados niveles de metales pesados
Las aguas de los ríos Santa y Tablachaca, que recorren la región Áncash, no son aptas para el consumo humano por la presencia de metales pesados como hierro, arsénico y manganeso.
Así lo determinó un informe del Gobierno Regional de Áncash, tras tomar muestras de ambos afluentes, luego de que estos presentaran una coloración naranja reportada los primeros días de agosto de este año.
La primera muestra fue tomada en el río Santa, en la bocatoma La Huaca, y los resultados de laboratorio concluyeron que presenta niveles elevados de hierro y arsénico. Vale resaltar que sus aguas son tratadas por Sedachimbote para abastecer de agua potable a la población del distrito de Nuevo Chimbote.
La segunda muestra fue tomada en el río Tablachaca, en la provincia de Pallasca, cuyas aguas abastecen al centro poblado de Chuquicara. Los resultados advierten de niveles elevados de hierro, arsénico y manganeso, además de la turbiedad del agua.
Exigen la declaratoria de emergencia ambiental
Ante esta situación, el parlamentario Elías Varas (Cambio Democrático-Voces por el Pueblo) exigió, a través de su cuenta en la red social X, la declaratoria de emergencia ambiental en ambos afluentes, además del río La Plata. Esta solicitud fue exigida al Gobierno Regional de Áncash y al Ministerio del Ambiente.
Vale señalar que la contaminación de las aguas del río Tablachaca afectan tanto a la región Áncash como a la región La Libertad. Además, sus aguas y las del río Pallasca desembocan en el río Santa, cuyo afluente abastece a los proyectos Chavimochic (La Libertad) y Chinecas (Áncash).
Ante estos resultados, el último jueves, el Gobierno Regional de Áncash (GRA), a través de la Gerente de Recursos Naturales y Gestión Ambiental, Ana Marlene Rosario Guerrero, y del Director Regional de Energía y Minas, Ricardo Castillejo Melgarejo, participó en una reunión de emergencia convocada por la Autoridad Nacional del Agua (ANA).
El GRA indicó que en la reunión participaron representantes del Ministerio de Energía y Minas, Defensoría del Pueblo, SENASA, INDECI, SUNASS, OEFA, Sedachimbote, Junta de Usuarios de IRCHIM, Proyecto Especial Chinecas, Municipalidad Provincial del Santa, Municipalidad Distrital de Santa, Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote, la empresa Activos Mineros S.A.C., entre otras instituciones, con el objetivo de "tomar decisiones y definir acciones conjuntas en respuesta a la emergencia".
Una de las primeras medidas que se tomó ante la emergencia, en el caso de Áncash, fue cerrar las compuertas de la bocatoma del río Santa. De esta manera, SedaChimbote tomó la decisión de ya no abastecerse de este río y activar su plan de contingencia, lo que ocasionó la restricción de agua. Vale decir que las aguas de este afluente, según los resultados, solo pueden ser usadas para el sector agrícola, mas no para consumo humano.
Actualmente, se están haciendo estos trabajos de limpieza en los ríos comprometidos y se tiene información de que las aguas han recuperado su color natural. Sin embargo, todavía hay restricciones y no se puede consumir el agua hasta que las muestras determinen que, nuevamente, están aptas para consumo humano.
¿Qué habría ocasionado la contaminación de los ríos?
La minería informal estaría detrás de la emergencia ambiental en la cuenca del río La Plata, que ha impactado en el río Tablachaca y sus efluentes, en la provincia ancashina de Pallasca, y que ocasionó que sus aguas se tornen de un color naranja intenso y con altas cargas de sedimentos, según informó el ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, el pasado 9 de agosto.
El titular del Minam señaló en Ampliación de Noticias que los equipos del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y del Proyecto Especial Chavimochic determinaron que el flujo de agua, aparentemente contaminada tras el derrame de pasivos mineros, provenía de la bocamina 1464 de la exminera Pushaquilca, ubicada en el sector Pelagatos, en el distrito de Pampas, en Pallasca.
Castro detalló que, según informes de la empresa pública Activos Mineros SAC (AMSAC), estas bocaminas están inactivas desde el 2015; por lo que se prevé que hayan sido tomadas por los mineros informales que operan en la zona.
“Nuestro equipo especializado de OEFA ha constatado que de la bocamina 1464 había un flujo de agua que estaba yéndose hacia la quebrada”, declaró.
En un comunicado, AMSAC recordó que ha denunciado reiteradamente, ante las autoridades competentes, un incremento de la minería informal en la zona.
“Y es en esas actividades en las que realizan constantes detonaciones, manipulan material sin el cuidado debido, y otras actividades, que afectan la estabilidad de las bocaminas existentes”, señaló la empresa pública.
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