Daniel Salaverry Villa se enfrenta este sábado a su otrora bancada encabezando una lista para las elecciones a la nueva Mesa Directiva del Congreso. Este es un recuento de cómo se unió al fujimorismo y pasó de ser el defensor del partido a ser visto como su enemigo.
Este sábado, Daniel Salaverry Villa va en busca de un segundo periodo como presidente del Congreso. La primera vez fue elegido encabezando la lista de Fuerza Popular. Esta vez se enfrenta a su otrora bancada como su mayor adversario.
Esto lleva a cuestionarse: ¿Quién es Daniel Salaverry y cómo pasó de ser un defensor a capa y espada de Fuerza Popular a representar la oposición al fujimorismo?
Para entender esto, es necesario remontarnos a los orígenes. Antes de ser fujimorista, Salaverry fue miembro del APRA; no solo de militancia sino de formación: es hijo y nieto de apristas. Es más, fue elegido regidor de Trujillo en 2006 por ese partido.
Diez años más tarde, fue elegido congresista por la región La Libertad por la agrupación naranja, tras ser invitado por el ex secretario general Joaquín Ramírez, a quien lo unía una antigua amistad.
Luego de ello, Salaverry escaló a posiciones cada vez más altas: fue nombrado vocero y después, en julio del año pasado, se sentó en el sillón de la presidencia parlamentaria. En todo ese tiempo, se había mostrado como un ferviente defensor del fujimorismo, o más bien del keikismo. Como vocero, era de los primeros en dar la cara por su lideresa y en enfrentarse al gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
El alejamiento
Cuando fue nombrado presidente del Congreso, meses después de que el gobierno de Kuczynski cayera y diferentes voces pidieran una oposición menos confrontadora, Salaverry decidió moderar su actitud y sus decisiones al frente del Parlamento.
Todo se desarrolló en relativa calma hasta que el 20 de octubre, cuando salieron a la luz las conversaciones del chat ‘La Botica’, en las que miembros de Fuerza Popular coordinaban respaldar al entonces cuestionado fiscal de la Nación Pedro Chávarry.
Durante los siguientes días corrieron los rumores sobre la renuncia de varios legisladores fujimoristas, entre ellos Salaverry, aparentemente debido al descontento por estos chats.
Finalmente, el 22 de octubre presentó su licencia temporal como miembro del partido. El motivo: “Mantener la imparcialidad que ha primado en cada una de mis decisiones como presidente del Congreso".
De los enfrentamientos a una primera moción de censura
Luego de ello, Salaverry sostuvo fuertes cruces de palabras con miembros del fujimorismo que llegaron hasta la sede del Congreso, donde discutió a voz en cuello con Rosa Bartra, Luz Salgado, Alejandra Aramayo, Cecilia Chacón, entre otros.
La incomodidad fue en aumento luego de que el exfujimorista autorizara el registro de nuevas bancadas parlamentarias, obteniendo el aplauso de los no agrupados que, en total, sumaban 22.
El 9 de enero de este año, la bancada de Fuerza Popular presentó una moción de censura en contra del titular del Parlamento, marcando con fuego el apartamiento. Ante ello, Salaverry renunció a la bancada fujimorista.
Otros intentos de censura y reelección
Desde entonces, los enfrentamientos con fujimoristas no hicieron más que incrementarse. El pasado lunes, un grupo liderado por Gilbert Violeta (Peruanos por el Kambio) presentó una moción de censura contra Salaverry y Fuerza Popular presentó un pedido más.
La contienda final con la bancada naranja quedó establecida el último jueves cuando se presentaron las dos listas para la Mesa Directiva del Congreso, una de ellas encabezada por Daniel Salaverry y la otra por Pedro Olaechea (Acción Republicana).
El mismo día más temprano, Salaverry había anunciado la creación de la bancada Unión por la República junto a los legisladores Maritza García, Lucio Ávila, Rolando Reátegui, Patricia Donayre y Glider Ushñahua.
Esto podía haber significado el apoyo a su candidatura por parte de la bancada Cambio 21 (a los que pertenecían los dos primeros) para hacer frente a la mayoría de Fuerza Popular. Sin embargo, García Jiménez descartó luego formar parte de la nueva agrupación e, incluso, confirmó su apoyo a la lista de Olaechea. Ahora el panorama se presenta complicado para el nuevo representante del antifujimorismo.
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