En las tumbas se hallaron 4 osamentas. Una probablemente de un jefe militar; otra acompañada de un camélido y en la tercera a una mujer y un niño juntos. Estas revelarían vínculos con Sipán y hallazgos en Jequetepeque.
Un equipo de arqueólogos del museo Tumbas Reales de Sipán descubrió tres nuevas tumbas en el complejo de Úcupe, al parecer pertenecientes a la élite Mochica, tomando en cuenta que los entierros se encuentran depositados en cámaras funerarias y presentan numerosas ofrendas de cerámica y ornamentos de cobre como pectorales y coronas que indican su estatus.
“Estos hallazgos permitirán establecer los orígenes, desarrollo y vinculaciones de los Mochicas en el valle de Zaña, con Sipán en el valle de Lambayeque y con el desarrollo de este pueblo en el valle de Jequetepeque. El estilo de los bienes arqueológicos parece presentar cierto orden secuencial dentro de la etapa conocida como Moche Medio”, explicó el director del proyecto, Walter Alva Alva.
En esta zona, a pocos metros de las tumbas descubiertas ahora, en el año 2009 se descubrió la tumba del “señor de Úcupe”, por lo que los hallazgos recientes confirmarían que se trata de una plataforma funeraria de la élite Mochica.
Las tumbas halladas
Los trabajos arqueológicos iniciaron el 17 de diciembre del 2018. En poco más de un mes, el estudio de las tres cámara funerarias construidas con adobes de diferentes dimensiones, correspondientes a los inicios y apogeo de la fase mochica medio del valle de Zaña, dieron resultados.
La primera cámara estuvo afectada por eventos de lluvia intensos que destruyeron parte del recinto mortuorio, donde se recuperó una osamenta probablemente de una mujer acompañada de un niño. Las ofrendas consisten en coronas, diademas y pectorales de cobre, así como varios ceramios donde destacan vasijas escultóricas de calidad incluyendo una escena erótica y otra representando un personaje sentado en un trono.
La segunda tumba consiste en una cámara funeraria de 2 metros de largo y uno y medio de ancho, donde fue sepultado un personaje de la élite de esta cultura, acompañado de un camélido (posiblemente una llama) y ataviado con coronas, vestido de placas, diademas y un conjunto de más de 50 vasijas, donde destacan botellas escultóricas finamente trabajadas y decoradas de estilo Mochica tempano a medio.
La tercera tumba es una gran cámara funeraria construida con muros de adobe y techada con vigas de madera desintegradas por el tiempo. Debajo se documentó inicialmente una vasija de cerámica y un cráneo humano en el relleno de la tumba (50 centímetros arriba). Finalmente, al llegar al nivel del fardo funerario, aparecieron tres agrupaciones de vasijas que en total superarían 150 ejemplares y restos de huesos de camélidos.
“Evidentemente, estos bienes y ofrendas acompañaban a un personaje de alto estatus en la jerarquía mochica. El fardo funerario habría sido colocado en una tarima de madera soportada sobre adobes. Hasta la fecha se ha identificado una corona, dos diademas, una máscara funeraria, dos estandartes, dos porras, un vestido de placas, dos orejeras y una nariguera”, detalló el arqueólogo responsable del proyecto huaca El Pueblo, Velko Marusic Verdeguer.
Por ahora, no se puede determinar si este último personaje era un guerrero o un curandero, porque si bien presenta porras en su ajuar funerario, los arqueólogos explicaron que aún es necesario culminar el registro de la tumba para reconocer su función dentro de la sociedad.
“Aparentemente se trataría de un jefe militar de estatus, si consideramos los estandartes y otros ornamentos que tienen parecido con los personajes de Sipán. En cualquiera de los casos, es destacable la presencia de tumbas de miembros de la élite en Úcupe y cuyos objetos, en las fases más tardías del sitio, guardan semejanza con aquellos de Sipán”, explica Walter Alva.
Úcupe en la historia
Durante el recorrido por el complejo en estudio, los arqueólogos explican que este descubrimiento será muy útil para conocer la secuencia cultural del monumento, la organización social de los mochicas en este valle y sobretodo comprender cómo se relacionaban con las elites de Sipán y aquellas del valle de Jequetepeque.
Úcupe se convierte en el lugar de mayor prestigio y poder en las fases Mochica temprano y medio del valle de Zaña. Hasta hoy las evidencias parecen indicar que esta ocupación llega hasta el final de la fase Mochica medio. Porque a la fecha se estima que la ocupación Mochica tardía se habría trasladado a la huaca Limón. Las excavaciones también permitieron identificar los momentos en que el sitio fue abandonado probablemente por la invasión de arena eólica.
Estas investigaciones forman parte del programa arqueológico valle de Zaña, que permitió excavar también con anterioridad la huaca Limón y actualmente se ejecutan las excavaciones en Purulén, asentamiento del período Formativo que dará importantes luces de los orígenes de las sociedades complejas en el valle de Zaña y la aparición de la cerámica.
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