¿Se puede hacer teatro desde el confinamiento? La respuesta se va ideando día a día. En Perú, Los Productores estrenará por Zoom su primera obra virtual con Karina Jordán. Centros culturales transmiten montajes previamente grabados y crean nuevos contenidos desde los hogares. Este es el panorama de las artes escénicas durante la pandemia.
El telón no se ha levantado durante ocho semanas. Las butacas permanecen vacías. Los actores y el público aguardan en sus casas. El distanciamiento social, clave en la lucha contra el nuevo coronavirus, enfrenta a productores y artistas a una nueva realidad: ¿cómo seguir llevando el teatro al público desde el confinamiento?
La respuesta se va ideando cada día, y en todo el mundo, a medida que continúa la cuarentena. Reinventarse es la palabra clave del año y el espacio para hacerlo es el mundo digital. Algunas productoras ya anuncian proyectos a través de Zoom. Es el caso de Los Productores que reunirá a Anahí de Cárdenas, Karina Jordán, Mónica Ross, Macla Yamada y Luciana Arispe en su primera obra virtual: "Amigas del cole", que se estrena el 14 de mayo. En 24 horas vendieron más de 700 entradas.
Jordán admite que tenía miedo y reparos cuando se le acercaron con el proyecto. Al depender de la tecnología y el Internet le asaltaba la duda ¿se puede hacer esto por Zoom? Tras los ensayos virtuales, libres de problemas, el temor desapareció y confía en que funcionará. Incluso han previsto qué hacer en caso de problemas técnicos.
Sin llamarlo teatro, considera que es lo más cercano a la teatralidad que se puede ofrecer al público. "Van a ver una representación en vivo de una historia con actrices. El desafío es el mismo de tocarles el corazón función a función. Estoy emocionada porque es una prueba de algo que nos estamos lanzando a hacer. Es un salto de fe", admite la actriz.
Zoom también ha sido la ventana elegida por Butaca Arte y Comunicación, para su ciclo de lecturas dramatizadas de obras peruanas y en vivo, la primera con Manuel Gold y Rocío Olivera se dará el 15 y 16 de mayo. El actor, quien no le da la etiqueta de teatro a la experiencia, sí recalca la importancia en estos momentos de experimentar y mantenerse vigentes. "La idea es seguir acercando el teatro peruano y, de alguna manera, experimentar con nuevos lenguajes y tecnologías. Es momento de probar cosas y, cuando esto pase, el teatro volverá. Volveremos a los escenarios y a la experiencia como la conocemos", apunta el artista que iba a formar parte de la nueva temporada de la comedia "Toc Toc".
Se trata de un modo de acercamiento que podría multiplicarse y permite ir va generando cierta rentabilidad: "Hacen un show, colocan un número de cuenta y se realiza un pago por Paypal. Es darle valor al producto", apunta Pedro Iturria, presidente de la asociación cultural Playbill.
Otra opción, que entusiasma al gestor cultural, es la creación de un servicio streaming (a lo Netflix) para obras teatrales peruanas. En Iberoamérica, ya hay experiencias como Teatrix (Argentina) y AllTheatre (España) cuyas suscripciones mensuales no pasan de US$ 10. La plataforma Netzun anunció que próximamente ofrecerá en su catálogo unipersonales, stand ups y montajes teatrales.
"Ya no falta mucho para que el Perú también tenga su plataforma. Creo que debería aglomerar la mayor cantidad de obras, hacer un banco y convenir una suscripción mensual repartida entre todas las producciones [...] El riesgo de pirateo es bastante fuerte y se debe tener en cuenta", advirtió.
TEATRO DESDE TU CASA
La pandemia cogió desprevenidos a todos. Según una investigación de Playbill (publicada el 10 de abril), se cancelaron 453 temporadas teatrales, lo que implica la devolución de 15 025 entradas y la paralización de S/. 4'500.000 en un trimestre (la información se obtuvo a partir de 173 organizaciones y personas encuestadas).
Frente a la pérdida, hay quienes enfocan su lucha por mantener la conexión con el público. Si la audiencia no puede ir al teatro, este llegará hasta ellos gracias a Internet. Desde el 20 de marzo, el Centro Cultural del Británico ha colgado gratuitamente en YouTube, siete de obras que ya tenían grabadas. Y ya dieron el siguiente paso: crear contenido nuevo. Para ello, se convocó a cuatro dramaturgos - directores (más un grupo de actores) quienes crearon obras cortas desde sus casas bajo el nombre de "Sin filtro". El primer video de la temporada ya está disponible.
"Se empezaron a difundir las obras grabadas para mantener la oferta y actividad cultural para el público. Si bien son gratuitas, estamos evaluando abrir canales de pago para algunas cosas porque necesitamos ingresos y, a nivel de ciudad, es importante que se vea como una oferta profesional válida y fuerte. No vas al cine o ves Netflix gratis", recalca Clemencia Ferreyros, gerente cultural del Británico.
El mismo camino siguió el Gran Teatro Nacional (GTN) que, este 2020, debió cancelar 125 espectáculos (de todos los géneros: música, danza, ópera lírica, teatro, etc.). El mismo fin de semana que se estrenaba "Retablo de Amazonía", para el que el Ballet Folclórico Nacional trabajó durante dos años, se decretó el estado de emergencia.
La función debe continuar y lo hicieron lanzando un proyecto en el que venían trabajando largo tiempo: la plataforma GTN en vivo, que ha sido visitada por más de 100 mil personas. Su objetivo es colgar 70 espectáculos hasta final de año -actualmente tienen 12- cuyo registro más popular son los tres espectáculos de "Retablo" que han sido vistos por más de 15 mil personas. Además, el 18% de usuarios que empiezan a ver un video lo terminan.
Mauricio Salas, director del GTN, ha dejado atrás el recelo de llevar las artes escénicas al mundo digital. En vez de temer que, al tener una cómoda butaca en casa, el público prefiera prescindir de la experiencia de ir al teatro; espera sumar una nueva audiencia. Además, de esta manera llega a los amantes de las artes que se encuentran en provincias.
"En esta coyuntura, ha quedado claro que la televisión o la pantalla digital es una herramienta sumamente potente. Es una gran oportunidad de acercar estos contenidos a un público que no va a los teatros por falta de oportunidad. Claro, la experiencia en vivo es única e irrepetible -lo digital es una expectación pasiva- pero estamos demostrando que detrás hay una producción que vale la pena ir a ver en vivo", sostiene.
APOYO ENTRE TODOS
Desde el inicio de la cuarentena, y a sabiendas de que serían el último sector en reactivarse, diversos grupos artísticos se acercaron al gobierno con iniciativas para su reincorporación laboral. Entre ellos el Movimiento Independiente de Artes Escénicas del Perú (cerca de 1 400 integrantes), la red de Teatros del Perú y los Grupos del Teatro Independiente del Perú, entre los que se encuentra Yuyachkani.
Entre sus propuestas destacan el trabajar con el Estado, a través de ministerios o gobiernos regionales, contenidos educativos (de salud, inclusión social, etc.), promover el uso de espacios públicos (siguiendo las medidas sanitarias) y la compra de derechos de videos de montajes para su difusión, entre otros.
De acuerdo a Carlos La Rosa, director de la Dirección de Artes en el Ministerio de Cultura (Mincul), ya se han llevado a cabo unas 20 reuniones con diversas organizaciones. Desde este espacio, están recogiendo y analizando las demandas del sector. Además de sustentar con apoyo económico (mediante los Estímulos Económicos para la Cultura) tienen entre sus planes trabajar un protocolo para el sector, ver capacitaciones sobre herramientas y márketing digital, articular iniciativas con otros agentes del gobierno y municipalidades (ya se ha programado una reunión con estos últimos) y con el Sistema Integral de Salud para los artistas que no cuentan con un seguro.
"Nos interesa proponer una agenda de trabajo a corto, mediano y largo plazo en cuanto a lo que está en nuestras posibilidades impulsar. Las artes escénicas son parte fundamental del tejido social [...] No es solo apoyar a alguien sin ingresos, sino apoyando a los artistas apoyamos a la sociedad", sostiene.
A pesar de este diálogo con el Mincul, varios artistas han demostrado su malestar. Entre ellos, el actor Bruno Odar que pide ser tomados en cuenta sin "tanto enredo". "Lo único que nos va a sacar adelante es darnos las manos entre todos: artistas, el público y Estado". Mientras que Patricia Beltrán, coordinadora de Fiteca (Fiesta Internacional de Teatro en Calles Abiertas), espera que en el 2021 se le pueda dar relevancia a las artes. "La última restricción que se va a levantar es a las propuestas artísticas [...] cuando el arte es importante para la salud mental de las personas. El gobierno debería dar un espacio principal a los artistas, pensando en el Bicentenario", comenta.
Por otro lado, Clemencia Ferreyros, gerente cultural del Británico, indica que este momento ha servido para una mayor colaboración entre instituciones. Junto con el Centro Cultural PUCP, el C.C. de la Universidad de Lima, el C.C. de la Universidad del Pacífico y el teatro La Plaza -instituciones que dieron origen al Festival de Artes Escénicas de Lima- siguen trabajando en conjunto en busca de generación de proyectos. "La idea es que todos participemos, invirtamos y sigamos fortaleciéndonos. Nos apoyamos mutuamente y tenemos mayor alcance", subraya.
La esperanza de, a fin de año, poder realizar algún estreno se mantiene. El reencuentro en el teatro no es solo una promesa, es un hecho.
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