Hasta el momento 3 ministros tienen pedidos de interpelación, serían citados por el Congreso y, de no convencer sus explicaciones, podrían ser censurados. Uno de los pedidos recae en la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, aunque su interpelación podría ser "innecesaria" tal como adelantó el presidente del Congreso Alejandro Soto, tras haberse resuelto el paro en Machu Picchu.
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Interpelaciones
De acuerdo a información del Congreso, durante el 2023 los parlamentarios presentaron 28 mociones de interpelación y realizaron 19 invitaciones a ministros de Estado al Parlamento para dar cuenta sobre determinados temas.
Estas acciones derivaron en una moción de censura contra el ministro de Energía y Minas, Óscar Vera, que no prosperó; y tres mociones contra Vicente Romero, extitular del Interior, quien finalmente fue censurado y removido de su cargo.
En este 2024, la presencia de ministros en el Parlamento estará marcada por dos interpelaciones que serán las primeras del año: a los ministros de Justicia y Economía, seguidas de una posible interpelación a la ministra de Cultura.
Los motivos de la interpelación
En el caso de Justicia, el ministro Eduardo Arana deberá presentarse ante el pleno para explicar las razones que motivaron al Gobierno a permitir la libertad del expresidente Alberto Fujimori, luego de que el 6 de diciembre de este año, el Tribunal Constitucional ordenó su excarcelación.
La condena de Fujimori de 25 años de prisión por los casos de Barrios Altos y La Cantuta culminaba en el 2032, por ello, congresistas de diversas bancadas como Cambio Democrático - Juntos por el Perú, Perú Libre, no agrupados, entre otros; han pedido los descargos del titular de Justicia.
El ministro de Economía, Alex Contreras, hará lo propio cuando sea citado ante el Pleno. Deberá explicar los motivos de la recesión que afronta el país, la desaceleración en la inversión privada, así como el alza de precios; entre otros aspectos ligados a los bajos indicadores de productividad que se traducen en la falta de empleo y la reducción en los ingresos de las familias peruanas para cubrir sus necesidades básicas.
Esta interpelación es promovida por el congresista Carlos Anderson y respaldada por sus colegas Susel Paredes, Enrique Wong, Héctor Acuña, Ruth Luque, entre otros.
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La tercera moción de interpelación recae en la ministra de Cultura, Leslie Urteaga. El congresista de Acción Popular Luis Aragón presentó la propuesta debido a la crisis que desató la tercerización de la venta de los boletos electrónicos para el ingreso a la ciudadela de Machu Picchu en el Cusco. El pedido cuenta con las firmas de otros 27 parlamentarios. A esto se sumó el congresista Guido Bellido, quien también presentó una moción de interpelación contra Urteaga.
El paro indefinido que llevaban adelante en Cusco los gremios y población fue levantado luego de llegar a un acuerdo con el Ejecutivo. Esto podría significar que la ministra de Cultura quede libre de ser interpelada, así lo interpreta el propio presidente del Congreso, Alejandro Soto: “Al haberse superado esta problemática creo que ya resulta innecesaria su tramitación”, indicó a RPP Noticias.
¿Ejecutivo y Legislativo enfrentados?
¿Estas interpelaciones marcan el inicio del rompimiento de las buenas relaciones que han existido hasta el momento entre el Ejecutivo y el Legislativo?
Para Alonso Cárdenas, politólogo y experto en políticas públicas en la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, la interpelación y posible censura de ministros no impactará en el pacto que existe a nivel de ambos poderes del Estado. "El Congreso podría censurar al ministro de Justicia pero eso no atentaría contra el fondo de la alianza, del matrimonio forzado que existe entre el Legislativo y Ejecutivo, porque la meta sigue siendo la misma, es decir, llegar al 28 de julio de 2026", sostiene.
Desde Arequipa, el analista político y docente universitario José Luis Ramos, indica que la falta de una identidad política del gabinete de Alberto Otárola, hace que los ministros sean fácilmente reemplazables: “interpelar a uno, dos o cinco ministros no implica ningún conflicto con el gobierno porque si finalmente estos ministros son censurados y salen, ingresarán otros iguales políticamente hablando a los que se fueron, es decir, sin definición política clara".
A estas tres interpelaciones pendientes, se podría sumar una cuarta al ministro del Interior, Víctor Torres, por los numerosos casos de inseguridad ciudadana y la remoción de los altos mandos en las fuerzas policiales.
El politólogo Aarón Quiñón señala que el mal manejo político de los ministros y la falta de un plan claro de trabajo ocasionan que estén expuestos a estas llamadas de atención por parte del Congreso.
"Estas interpelaciones desnudan cada vez más la precariedad que tiene el Ejecutivo para poder resolver problemas de fondo en la economía o la seguridad ciudadana. Son interpelaciones que responden más a escándalos o medidas poco efectivas. No me queda claro si el Ejecutivo podrá responder frente a esas preguntas mucho más drásticas que implican una interpelación", opina.
¿Será el 2024 el año en el que el Congreso logre censurar a más de un ministro de Dina Boluarte? con el paso de los meses lo sabremos.
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