A solo días de acabar el 2023, ninguno de los tres niveles de gobierno -nacional, regional ni local- llega en total al 50% de ejecución del dinero que tienen para prepararse ante el Fenómeno El Niño, de acuerdo a cifras del Ministerio de Economía consultadas por RPP Data. ¿Llegaremos preparados al 2024?
El monto total que el Gobierno ha destinado para atender el Fenómeno El Niño -en tandas distribuidas desde abril de este año- ha sido de poco más de 4 mil millones de soles en todos sus niveles [local, regional y nacional].
Casi el 80% de este monto está concentrado en cuatro ministerios, según información de la Contraloría General de la República: Presidencia del Consejo de Ministros; Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento; Ministerio de Defensa y Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego. Ninguno de las cuatro carteras mencionadas ha utilizado siquiera la mitad del dinero que se les asignó, según cifras públicas del Ministerio de Economía.
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Especialistas explican los riesgos de no haber ejecutado el presupuesto para atender el Fenómeno El Niño a puertas de acabar el año.
Lentitud en ejecución presupuestal y disparidad entre regiones
El ministerio que más ha avanzado en ejecución presupuestal, hasta el cierre de este informe, ha sido el de Defensa. A esta cartera se le otorgaron 986 millones de soles, de los cuales ha definido contratos de obras por 800 millones, pero ha ejecutado solo el 48.6%, según el portal de Consulta Amigable del MEF.
Este dinero ha sido destinado a actividades como planeamiento, supervisión, compra de equipos y maquinaria, limpieza de ríos, entre otros, indica un informe del Instituto Peruano de Economía (IPE).
En tanto, el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) es otro de los sectores que más ha avanzado en la ejecución de obras, a través de la Autoridad Nacional del Agua (ANA). "Estos recursos, específicamente los del ANA, están destinados a servicios de control de inundaciones y defensas ribereñas (limpieza y descolmatación de ríos), y a la compra de maquinaria necesaria para realizar dichas actividades", explica Gonzalo Manrique, economista del IPE. Sin embargo, hasta la publicación de este informe, de este presupuesto solo se había ejecutado el 44% del dinero recibido.
Si hacemos una comparación entre regiones, existen amplias diferencias entre ellas. "En Lima y Lambayeque se ha logrado un avance cercano a 60%. Sin embargo, en Áncash solo se ha ejecutado el 26% y en Ica, el 26%", advierte el especialista. De ahí que el promedio sea menor al 50%.
Un detalle a considerar es que el dinero que no se utilice este año deberá devolverse al presupuesto público, salvo que se emita una norma o decreto de urgencia que amplíe el tiempo de uso de dicho dinero, que aún está disponible.
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¿Se está pensando en la población?
Los efectos del Fenómeno El Niño tienen tres dimensiones: daños a la persona, a la vivienda y a la infraestructura pública, explica Nicolás Fuentes, experto en gestión y presupuestos públicos. Lo que los gobiernos regionales y locales están priorizando ha sido la protección a los dos últimos, pero no están previendo mejorar las condiciones de vida de la población, afirma.
"Cuando suceden eventos como el fenómeno El Niño, las personas afectadas pasan transitoriamente hacia la pobreza, porque no pueden salir a trabajar u obtener ingresos. Para evitar eso las municipalidades tienen que comprar materiales de construcción, calaminas, carpas de vivienda temporal, medicamentos o alimentos no perecibles (...) para tratar de recomponer el gasto de bolsillo que va a tener la población. Pero lo que hacen con el dinero es básicamente [comprar] fierro y cemento", señala.
A esto se le agrega que las municipalidades provinciales y distritales deberían haber avanzado en llenar las fichas de información de la población conocidas como fichas EDAN. Estas sirven para identificar a la población en riesgo ante emergencias, el material de sus viviendas, la capacidad de ingresos, enfermedades, población vulnerable y todos los datos necesarios para solicitar ayuda cuando ocurra el evento. "A la fecha no están llenando correctamente esas fichas y si lo hacen es con información equivocada", sostiene Fuentes.
La urgencia de pensar en prevención a mediano y largo plazo
Tener solo la mitad de ejecución presupuestal en un país que está acostumbrado a los fenómenos meteorológicos es algo irresponsable por parte de sus autoridades, opina Mary Mollo, especialista en gestión de riesgo de desastres de la Universidad ESAN.
"Alguien que gobierna no puede dejar de entender que la realidad va más allá del Fenómeno El Niño en el 2024. Hay que elaborar proyectos y eso es un largo camino porque se deben hacer expedientes técnicos, procesos de licitación, adjudicación e implementación. Si no se empieza en el 2023 nunca se va a hacer", sostiene.
En esa línea, agrega que es importante atender El Niño, pero no es lo único en lo que se deberían orientar los esfuerzos. "Nunca hemos tenido tanto presupuesto asignado con meses de anticipación para ejecutar actividades que preparen a la población. Y, pese a ello, en la zona del norte no se está pensando cuáles son los proyectos que deben ir a las cuencas medias y partes altas", sostiene la especialista.
Los especialistas coinciden en que se debe cambiar el chip y mejorar la planificación ante el riesgo de desastres de forma estratégica, de manera que se trabaje a mediano y largo plazo en el tema de prevención.
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