Un informe anual de las Naciones Unidas que mide el nivel de inseguridad alimentaria en todo el mundo revela que el Perú encabeza el ránking en Sudamérica con 17.6 millones de ciudadanos en esta situación. Expertos consultados por RPP Data analizan y proponen medidas para mejorar esta realidad.
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Más de 17 millones de peruanos enfrentan inseguridad alimentaria, según informe de la ONU.
El 51.7% de los peruanos se encuentra en situación de inseguridad alimentaria grave o moderada; es decir, que no pudieron acceder a alimentos nutritivos en la calidad y cantidad ideal en el último año, según el último informe sobre el 'El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2024' de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El porcentaje equivale a 17.6 millones de ciudadanos que tuvieron que dejar de comer una o más veces al día por falta de recursos económicos o que han pasado un día entero sin comer. Entre el 2021 y el 2023, el Perú aumentó esta proporción en más de un millón de personas.
¿Qué acciones hicieron falta por parte del Estado?
Esta situación era previsible; sin embargo, el sector público no reaccionó a tiempo, opina Carolina Trivelli, exministra de Desarrollo e Inclusión Social durante el gobierno de Ollanta Humala y actual investigadora principal del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
"Sabiendo que venía un año complejo en términos de bajo crecimiento económico, con más personas en situación de pobreza, con problemas con el clima y baja generación de empleo, el país no reaccionó a tiempo para asistir a las personas con más problemas alimentarios", comenta.
En esa línea, advierte que tampoco se redoblaron los esfuerzos para fortalecer programas sociales como Qali Warma. "No se hicieron programas especiales de apoyo alimentario ni se logró ayudar en la medida suficiente a las organizaciones sociales como comedores y ollas comunes para que se evite este deterioro", señala.
A su vez, la economista de la Red de Estudios para el Desarrollo (Redes) Mónica Muñoz-Nájar agrega que en los primeros meses del 2023 el Perú experimentó un alza de precios de alimentos como el pollo, huevo o limón, lo que hizo que las familias no puedan costearlos. "A esto se sumó el Fenómeno de El Niño Costero y el incremento de las temperaturas o sequías que afectaron la pesca y agricultura", sostiene.
Para mejorar las condiciones de vida de las familias peruanas se necesita reactivar la economía, alerta Muñoz Nájar. "Con eso aumenta el empleo, disminuye la pobreza y se facilita el acceso a alimentos saludables. Pero, mientras tanto, hay un rol del gobierno que no ha desarrollado bien y es atender a las familias que están en emergencia alimentaria".
La mejora del acceso a servicios básicos como agua y desagüe para mantener el estado de salud de las familias, la complementación alimentaria y programas sociales son medidas que se deberían priorizar, comenta la experta.
"Tenemos una promesa, desde el año pasado, de que se iba a implementar un programa especial para zonas urbanas [que es donde hay mayor inseguridad alimentaria], pero no tenemos mayor noticia al respecto. Esa es una deuda bien grande del Estado y ahí el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) tiene una tarea pendiente", puntualiza.
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Perú lidera el ránking de inseguridad alimentaria en Sudamérica
Al igual que el 2021, el Perú se ubica en el primer lugar de todo Sudamérica en inseguridad alimentaria. Con un 51.7% de población en esta situación, superamos a países como Ecuador y Argentina, ubicados en el segundo y tercer lugar con un poco más del 36%.
Los países que menos inseguridad reportaron fueron Chile con 17% y Uruguay con 15%. Ni Venezuela ni Bolivia presentaron datos este año, indica el reporte.
¿Cuáles son los riesgos de tener la mayor cantidad de población en inseguridad alimentaria? La nutricionista y vocera de la Plataforma de Seguridad Alimentaria, Jessica Huamán, responde: "Esto lamentablemente puede traer, a lo largo del tiempo, malnutrición. Por ejemplo, se puede identificar desde desnutrición crónica en los niños, así como desnutrición aguda, hasta sobrepeso y obesidad", explica.
Esto ocurre porque la población, al no tener recursos económicos para pagar una alimentación saludable, termina prefiriendo productos ultraprocesados o que no son realmente nutritivos y que terminarán creando otros problemas de salud, agrega Huamán.
El costo de una "dieta saludable" en el Perú aumentó de 12 soles a 15 soles al día en los últimos tres años, según el reporte, lo que ocasionó que 11 millones y medio de peruanos no pudieran acceder a ella.
Otro de las indicadores de la inseguridad alimentaria es el aumento de la anemia. Según las últimas cifras de la Encuesta Demográfica de Salud Familiar (ENDES), el Perú aumentó su porcentaje a 43.1%, lo que significa que 4 de cada 10 niños y niñas menores de tres años tiene esta enfermedad.
Huamán sostiene que la decisión política por parte del Gobierno Central es clave. “No solo para identificar las poblaciones en estado de vulnerabilidad y brindarles el soporte social o alimentario, sino para dinamizar la economía y que logren cubrir sus requerimientos alimentarios”, señala.
A esto se le agrega la importancia de trabajar con los gobiernos locales y regionales, ademá de las organizaciones sociales como las ollas comunes. “Lo que se necesita no es solo una alimentación más abundante, sino de mejor calidad, con más diversidad de alimentos y proteína animal, además de alimentos ricos en micronutrientes como el hierro (…) Necesitamos apoyar más a las ollas comunes y a las demandas alimentarias de la población de menores recursos”, recalca la exministra Carolina Trivelli.
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