El Seguro Social en Estados Unidos realiza evaluaciones periódicas para asegurarse de que las personas que reciben beneficios por discapacidad aún cumplen con los requisitos médicos para seguir calificando. A este proceso se le conoce como Revisión Continua de Discapacidad (o CDR, por sus siglas en inglés).
Si recibes una carta notificándote una CDR, es importante actuar con prontitud y preparación. Esta revisión puede parecer intimidante, pero es parte del procedimiento regular del programa, y recibirla no significa automáticamente que perderás tus beneficios.
El primer paso es leer cuidadosamente la carta, ya que incluirá instrucciones específicas, formularios que debes llenar y fechas límite importantes. Es fundamental responder a tiempo y con la documentación completa. Generalmente, se te pedirá información médica reciente, nombres de tus proveedores de salud, tratamientos recibidos y cómo tu condición afecta tu vida diaria.
Si estás trabajando, deberás incluir información sobre tus ingresos y actividades laborales. También podrías recibir un formulario llamado SSA-454, que debes completar con precisión. Si tienes dudas, busca ayuda profesional o consulta con una oficina del Seguro Social antes de enviar cualquier documento.
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Cómo prepararte para una revisión sin complicaciones
Para enfrentar una Revisión Continua de Discapacidad de forma efectiva, mantener tus registros médicos al día es esencial. Asegúrate de tener citas médicas regulares y de que tus médicos documenten claramente tus limitaciones, síntomas y diagnóstico. Si tienes un representante legal, un familiar de confianza o un trabajador social, comunícale de inmediato que recibiste esta carta.
Ellos pueden ayudarte a reunir la información necesaria y asegurarse de que todo se entregue correctamente y dentro del plazo establecido. También es útil guardar copias de todos los documentos enviados, así como los comprobantes de entrega.
En algunos casos, el Seguro Social podría solicitarte una evaluación médica adicional con un doctor designado por la agencia. Asistir a esa cita es obligatorio y no hacerlo puede resultar en la suspensión de tus beneficios, incluso si aún calificas médicamente. Si después de la revisión se determina que aún cumples con los criterios de discapacidad, seguirás recibiendo tu beneficio como de costumbre.
En caso contrario, tienes derecho a apelar la decisión e incluso continuar recibiendo pagos durante el proceso de apelación. Mantener la calma, responder a tiempo y contar con el respaldo adecuado marcarán la diferencia entre una experiencia difícil y una transición sin contratiempos.