Este fenómeno afecta, en particular, a productos de alta demanda y fácil reventa, como artículos para el hogar, electrónicos y productos de belleza. El repunte de hurtos, que en algunos casos ha alcanzado hasta un 50%, ha llevado a las tiendas a implementar medidas preventivas, como el resguardo de ciertos productos bajo llave, según informó el medio San Diego Union Tribune. Sin embargo, no se trata solo de medidas tecnológicas. Existen otros factores clave detrás de esta tendencia, que vinculan a las áreas comerciales más afectadas.
Factores comunes: qué conecta a las tiendas más vulnerables
Las tiendas que reportan un mayor número de robos en San Diego comparten varias características en común. En primer lugar, la ubicación es un factor determinante. Las áreas comerciales con mayor concentración de tiendas, especialmente en zonas centrales y de alta afluencia, como el centro de la ciudad, tienden a ser las más vulnerables. Este tipo de áreas facilita a los delincuentes mezclarse con la multitud, lo que dificulta su identificación y detención.
Además, muchas de estas tiendas se ven limitadas por políticas internas que prohíben a los empleados confrontar a los ladrones. Esto genera una sensación de impunidad entre los delincuentes. A esto se suman las penas más leves que existen para el hurto en tiendas, lo que contribuye a que estos crímenes sean percibidos como de bajo riesgo por los infractores.
Créditos del video: Youtube | CBS 8 San Diego
Los productos más codiciados por los ladrones
Otro elemento en común entre las tiendas más afectadas son los productos que los delincuentes buscan. Los artículos electrónicos, como teléfonos móviles, computadoras portátiles y tabletas, son altamente codiciados debido a su fácil reventa y alta demanda. De manera similar, los productos de belleza y cuidado personal, aunque no siempre tienen un alto valor unitario, son robados en grandes cantidades por su popularidad en el mercado negro.
Las tiendas de ropa y accesorios de marca también están en la mira de los ladrones. Estos artículos, gracias a su valor y facilidad de reventa, hacen que los delincuentes busquen sustraerlos, en ocasiones de forma masiva. En respuesta, algunas tiendas han implementado sistemas de alarma y vigilancia adicional en estas secciones.
Por último, productos cotidianos como la fórmula para bebés, alimentos no perecederos y medicamentos de venta libre se han convertido en un objetivo frecuente. Aunque no son los productos más caros, su constante demanda los convierte en blancos atractivos para el hurto.
Te recomendamos
Las áreas más afectadas de San Diego
El impacto de los robos no es uniforme en toda la ciudad. Las estadísticas señalan que las áreas comerciales más vulnerables son aquellas que combinan una alta actividad comercial con una gran afluencia de personas que no residen en la zona. Zonas como La Jolla Village Square y Mission Valley, conocidas por sus grandes centros comerciales, reportan algunos de los índices más altos de robos. En particular, Mission Valley experimenta un incremento significativo durante las temporadas de compras, como Black Friday y las festividades navideñas.
Los barrios del oeste de San Diego también registran una alta incidencia de robos, en parte debido a su proximidad a carreteras principales, lo que facilita la huida de los delincuentes. Estas áreas son de particular interés para los ladrones organizados, que buscan explotar las fallas de seguridad y la aglomeración en las zonas comerciales.
Respuesta de las tiendas: tecnología y nuevas estrategias
Para hacer frente a este creciente problema, muchas tiendas en San Diego han adoptado nuevas tecnologías de seguridad. Los sistemas de videovigilancia de alta definición y software de inteligencia artificial se han convertido en herramientas fundamentales para detectar comportamientos sospechosos en tiempo real. Además, los productos de alto valor están siendo equipados con etiquetas de seguridad que activan alarmas si no se inhabilitan en el punto de venta.
A pesar de estos avances, el crimen organizado sigue siendo un desafío para las tiendas. Las bandas de ladrones operan de manera coordinada y, en muchos casos, logran evadir estas medidas tecnológicas, lo que pone de manifiesto la necesidad de continuar mejorando las estrategias de seguridad.
