Yesenia Muñoz, una inmigrante mexicana que ha vivido más de una década en Estados Unidos, fue detenida inesperadamente por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en su centro de trabajo, justo días antes de su boda. La ceremonia, que llevaba años postergándose, estaba programada para celebrarse ese mismo fin de semana. Ahora, su única opción para casarse podría ser hacerlo dentro del centro de detención.
Yesenia llegó desde Sinaloa a EE. UU. con una visa de turista en 2014. Desde entonces, ha construido una vida estable junto a su pareja, la ciudadana estadounidense Yanderic Zúñiga, y su hijo pequeño. Aunque no era el objetivo de la redada en Kent, Washington, fue arrestada como parte de una “detención colateral”, una práctica que permite a los agentes del ICE detener a personas que no estaban siendo específicamente buscadas en el operativo.
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Una vida de más de 10 años en USA sin antecedentes
De acuerdo con su abogada, Xiomara Urán, del Northwest Immigrant Rights Project, Yesenia nunca ha tenido antecedentes penales ni investigaciones inmigratorias previas. Durante más de diez años ha demostrado “buen carácter moral”, ha trabajado, cuidado de su hijo y aportado a su comunidad. Esto la califica, según la legislación vigente, para solicitar la cancelación de su deportación, un recurso legal que permite a algunos inmigrantes permanecer en el país si cumplen ciertos requisitos, como larga estadía, familia ciudadana y conducta ejemplar.
Alternativas legales limitadas por el tiempo
Además de la cancelación de deportación, existe una segunda opción: contraer matrimonio con Zúñiga dentro del centro de detención y presentar una petición familiar como esposa de ciudadana estadounidense. No obstante, ambas alternativas están sujetas a la aprobación de un juez migratorio y del ICE, lo cual no garantiza resultados favorables. La audiencia clave será el 24 de junio, fecha en la que se definirá si Yesenia podrá quedarse o si será deportada.
ICE aún no autoriza la ceremonia en el centro de detención
Debido al escaso tiempo antes de la audiencia, la abogada solicitó formalmente al ICE que permita que la boda se lleve a cabo en el centro de detención en Tacoma, donde permanece recluida Yesenia. “Todos los documentos están listos, solo necesitamos la autorización para que entren la novia, el oficiante, dos testigos y, si es posible, el hijo de Zúñiga”, señaló Urán, quien considera clave la presencia del menor en este momento crucial para la familia.
Aunque legalmente es posible celebrar bodas dentro de los centros de detención, las restricciones actuales y el clima inmigratorio bajo la administración vigente generan una incertidumbre constante. La posibilidad de que una familia sea separada por una detención no prevista resalta los vacíos legales y emocionales que afectan a miles de personas con vínculos profundos en Estados Unidos.
Mientras esperan una respuesta, Zúñiga y su hijo siguen buscando apoyo legal y comunitario. “Esto nos ha roto”, dijo ella. “Solo queremos poder seguir construyendo nuestra vida, legalmente, como lo hemos hecho desde el primer día”.