La posible aplicación de deportaciones masivas por parte de Donald Trump ha encendido las alarmas en sectores empresariales de Texas. Líderes económicos temen que estas políticas no solo desplacen a los inmigrantes indocumentados, sino que generen una crisis laboral y económica en el estado.
Entre los más preocupados están empresarios de industrias clave como la agrícola y la construcción. Según testimonios recogidos por The Tribune, empleadores aseguran que la falta de mano de obra indocumentada podría obligarlos a cerrar negocios o enfrentar serias dificultades para mantener operaciones. Esta situación, según expertos, podría repercutir en el aumento de costos y precios en todo el estado.
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Los empresarios y su dependencia de los trabajadores indocumentados
El sector empresarial de Texas se ha apoyado históricamente en la fuerza laboral inmigrante para cubrir empleos esenciales en sectores que los ciudadanos estadounidenses y residentes legales tienden a evitar.
Un empresario del Valle del Río Grande explicó que contrató a inmigrantes indocumentados ante la falta de ciudadanos dispuestos a asumir trabajos físicos en el sector agrícola. "Sin ellos, nuestras operaciones simplemente no son viables", afirmó. Estos trabajadores, señala, han sido fundamentales para mantener la producción y competitividad en el mercado.
La construcción, una industria en riesgo
La construcción, una de las industrias más importantes de Texas, enfrenta un posible colapso si las deportaciones se concretan. Según el Pew Research Center, una significativa proporción de trabajadores en esta área son inmigrantes indocumentados.
En caso de expulsiones masivas, el ritmo de las obras disminuiría drásticamente, impactando la construcción de viviendas y elevando los precios en un mercado ya tensionado. Además, la falta de trabajadores podría extender los tiempos de construcción, afectando tanto a los consumidores como a las empresas involucradas.
Impacto económico y proyecciones
Estudios previos del contralor estatal indican que la ausencia de inmigrantes indocumentados podría costarle a Texas aproximadamente U$D 17.7 mil millones en producto estatal bruto. Este impacto no solo afectaría a las empresas, sino también a la recaudación fiscal y al consumo interno, acentuando la fragilidad económica del estado frente a estas políticas.
La incertidumbre ante el regreso de Trump y su discurso migratorio tiene a líderes y expertos evaluando alternativas para mitigar el impacto, aunque muchos coinciden en que sin una reforma migratoria integral, la economía texana podría enfrentar una crisis de gran escala.
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