Tres estados vetaron los refrescos con cupones de alimentos SNAP y otros se sumarán en Estados Unidos

Indiana, Iowa y Nebraska aplicarán la restricción desde enero de 2026. Otros cuatro estados ya iniciaron el proceso para sumarse a la medida.

SNAP USA 2025: Con más de 40 millones de beneficiarios, representa el principal programa de ayuda alimentaria y su regulación impacta a millones de hogares.
SNAP USA 2025: Con más de 40 millones de beneficiarios, representa el principal programa de ayuda alimentaria y su regulación impacta a millones de hogares.
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La compra de refrescos con cupones de alimentos dejará de ser posible en varios estados de Estados Unidos a partir de enero de 2026. Indiana, Iowa y Nebraska ya cuentan con el visto bueno del Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés) para prohibir que los beneficiarios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) adquieran bebidas azucaradas con dichos fondos. La medida ha reavivado el debate nacional sobre el rol del gobierno en la alimentación de las personas con bajos ingresos.

La decisión, impulsada por gobernadores republicanos, marca un cambio relevante en la política alimentaria del país. La secretaria del USDA, Brooke Rollins, aprobó las solicitudes de Indiana e Iowa esta semana, sumándose así a la ya concedida a Nebraska. Las tres implementaciones están programadas para el 1 de enero de 2026 y podrían sentar un precedente para más estados interesados en limitar la compra de alimentos considerados no saludables.

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Más estados quieren sumarse a la prohibición

Actualmente, Arkansas, Texas y Virginia Occidental han presentado solicitudes similares ante la USDA, que aún no han sido resueltas. Por su parte, Idaho ya tiene una ley estatal que veta el uso de cupones para comprar refrescos y dulces, aunque todavía no ha formalizado su pedido a nivel federal. De ser aprobadas todas estas solicitudes, alrededor de 7.1 millones de beneficiarios adicionales verían limitada su capacidad de compra con los beneficios SNAP.

El debate entre salud pública y control social

Las reacciones frente a la medida son mixtas. Algunos funcionarios defienden la política como una forma de fomentar hábitos alimenticios más saludables. Tal es el caso del gobernador de Texas, Greg Abbott, quien en su carta a la secretaria Rollins escribió que es momento de “asegurar que los dólares de los contribuyentes se utilicen solo para comprar alimentos saludables y nutritivos”.

Sin embargo, críticos del cambio sostienen que esta política es una forma de estigmatizar a las personas de bajos recursos. Para ellos, la restricción representa un acto de control sobre las elecciones personales de los más vulnerables, sin atacar de raíz los problemas de desigualdad estructural que condicionan la dieta de las poblaciones más pobres.

Impacto potencial en millones de personas

El programa SNAP, conocido popularmente como “cupones de alimentos”, beneficia a más de 40 millones de estadounidenses, muchos de ellos menores de edad. Si la tendencia continúa, se podrían modificar significativamente los patrones de consumo de una parte importante de la población. La USDA ha señalado que continuará evaluando las solicitudes de los estados, pero cada caso será considerado individualmente.

Se espera que más estados soliciten la exención en el transcurso de 2025, lo que ampliaría la prohibición a nivel nacional. El resultado podría ser una transformación estructural del programa SNAP y de su alcance sobre el acceso a alimentos. Mientras tanto, el debate sobre los límites del paternalismo estatal en las decisiones alimentarias sigue abierto.

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